jueves, 29 de octubre de 2009

Cantidad y cualidad

Podría poner muchísimos más ejemplos de que el
constante aumento en la cantidad constituye la meta de nuestra vida. En efecto, a esto
es a lo que se refiere el concepto de "progreso".
Poca gente plantea la cuestión de la cualidad, o qué utilidad tiene todo este
acrecentamiento de la cantidad. Esta omisión resulta evidente en una sociedad que no
tiene ya como centro al hombre y en la que un aspecto, el de la cantidad, ha ahogado
a todos los demás.

Eficencia en un marco más amplio.

Resumiendo: la eficiencia es deseable en toda clase de actividad orientada por un
fin. Empero, debiera considerarse en función de sistemas más amplios, de los cuales
el sistema estudiado es sólo una parte; debiera también tenerse presente dentro del
sistema al factor humano. La eficiencia, en fin, como tal no deberla ser norma
dominante en ninguna empresa.

Eficiencia y humanidad

Un sistema puede dar la impresión de eficiencia, si sólo nos interesa la inversión y
el rendimiento. Pero si tomamos en cuenta lo que los métodos dados en el sistema
hacen con los seres humanos, podremos descubrir que éstos se hallan aburridos,
ansiosos, deprimidos, tensos, etc. Los resultados podrían ser dos:
1) La imaginación
de tales individuos discurriría con gran trabajo debido a su patología psíquica, no
serían creativos, su pensamiento sería rutinario y burocratizado y, en consecuencia,
no brotarán de ellos nuevas ideas o soluciones que contribuyan a un desenvolvimiento
más productivo del sistema
2)Padecerían muchas enfermedades físicas, producto de la tensión; y este menoscabo
en la salud es también un perjuicio para el sistema. Si, encima, advertimos lo que esta
tensión y angustia producen en su relación con sus esposas e hijos y en su desempeño
como ciudadanos responsables, puede colegirse que para el sistema como un todo el
método, eficiente en apariencia, resulta ineficiente no sólo bajo un criterio humano,
sino también de acuerdo con un criterio meramente económico.

Supresión de la creatividad

Otra costumbre general en el trabajo organizado consiste en suprimir de continuo los
elementos de creatividad (que implican un componente de riesgo o incertidumbre) y el
trabajo de grupo dividiendo y subdividiendo las tareas hasta el punto en que no queda, o no
se requiere, ningún juicio o contacto interpersonale

Eficiencia

Lo que puede parecer eficiente, gracias a una definición
estrecha, puede ser muy ineficiente si se amplía el tiempo y el alcance de la discusión. En
economía, para ilustrar el caso, hay una consciencia en aumento de los llamados "efectos
circunvecinos": esto es, efectos que van más allá de la actividad inmediata y que, a
menudo, se pasan por alto al considerar los beneficios y los costos.
Un ejemplo seria
evaluar la eficiencia de un proyecto industrial particular sólo de acuerdo con los efectos
inmediatos de esta empresa, olvidando, por ejemplo, que desperdicios depositados en
corrientes cercanas y en el aire representan una seria y costosa ineficiencia en relación con
la comunidad. Se necesita, por ende, desarrollar claramente normas de eficiencia que
tomen en cuenta el tiempo y el interés de la sociedad como un todo.

Sociedad tegnologica

¿Cuáles son los principios que guían este sistema tal como es hoy? Dos son los principios
rectores que dirigen los esfuerzos y pensamientos de todos los que laboran en él. El primer
principio es la máxima de que algo debe hacerse porqué resulta posible técnicamente
hacerlo. Si es posible fabricar armas nucleares, deben fabricarse aun cuando puedan
destruirnos a todos. Si es posible viajar a la Luna o a los planetas, debe hacerse aun a costa
de dejar insatisfechas numerosas necesidades aquí en la TierraEste principio implica la
negación de todos los valores que ha desarrollado la tradición humanista ques sostiene que algo debe hacerse porque es necesario para el hombre, para su crecimiento, su
alegría y su razón, o porque es bello, bueno o verdadero.
El segundo principio es el de la máxima eficiencia y rendimiento. Pero el requisito de
eficiencia máxima lleva como consecuencia al requisito de la mínima individualidad. Se
cree que la máquina social trabaja más eficientemente cuando los individuos son rebajados
a unidades puramente cuantificables, cuyas personalidades pueden expresarse en tarjetas
perforadas. Tales unidades pueden manejarse de modo más fácil mediante reglas burocráticas,
porque no causan molestias ni crean fricciones. Mas para alcanzar este resultado,
el hombre debe ser desindividualizado y enseñado a hallar su identidad en la corporación
antes que en él mismo.

Megamaquina y comunismo

El concepto mumfordiano de megamáquina ayuda a clarificar ciertos fenómenos
recientes. La primera vez que se haya utilizado en gran escala la megamáquina en los
tiempos modernos fue, a mi parecer, en el sistema de industrialización estalinista y, posteriormente,
en el sistema empleado por la China comunista. Mientras Lenin y Trotsky
tenían la esperanza de que la Revolución llevaría finalmente al dominio de la sociedad por
el individuo, como Marx lo había previsto, Stalin traicionó cuanto pudo haber quedado de
esa esperanza y selló su traición liquidando físicamente a todos aquellos en quienes la
esperanza no se había extinguido completamente.
Los líderes comunistas chinos El único capital con que contaban era la energía física y las pasiones y
pensamientos de 700 millones de individuos Dicha coordinación total
habría de obtenerse por medio de una mezcla de fuerza, culto a la personalidad e
indoctrinación, que se halla en contraste con la libertad y el individualismo que Marx había
previsto como los elementos esenciales de una sociedad socialista

Disidencia y "expertos"

"El disidente intelectual orientado ampliamente por el
humanismo, ocasionalmente inclinado a lo ideológico... está siendo desplazado rápidamente
por expertos y especialistas. . . o por integradores generalizadores, quienes vienen
a ser, en efecto, ideólogos caseros para aquellos que están en el poder al suministrarles una
completa integración intelectual para llevar a cabo acciones dispares

El mejor estado

Pero el mejor estado para la
naturaleza humana es aquel en que, en tanto nadie es pobre, nadie desea ser más rico ni
tiene motivo alguno para temer que lo desplacen los esfuerzos de otros por ponerse a
la delantera.
J.S.Mill

Codicia y nueva sociedad

Es interesante observar que los peligros de la nueva sociedad deshumanizada fueron
vistos ya con nitidez por espíritus intuitivos del siglo pasado en una forma impresionante,
espíritus que, por cierto, militaron en campos políticos opuestos.
Un conservador como Disraeli y un socialista como Marx estaban prácticamente de
acuerdo en cuanto al peligro que el hombre correría por el crecimiento incontrolable de la
producción y el consumo. Ambos percibieron la forma en que el hombre se debilitaría al
volverse esclavo de la máquina y a causa del constante aumento de su codicia. Disraeli
creyó que podría hallarse la solución a esto refrenando el poder de la nueva burguesía.
Marx pensó que una sociedad altamente industrializada podría convertirse en una sociedad
humanizada, en la cual el hombre, y no los bienes materiales, sería la meta de todos los
esfuerzos sociales

Concentracion

No
marchamos rumbo a un mayor individualismo, sino estamos convirtiéndonos en una
civilización de masas manipuladas cada vez en escala más grande.
La cibernetización está
creando la posibilidad de una nueva clase de organización económica y social. Un número
relativamente reducido de gigantescas empresas ha venido a ser el centro de la máquina
económica y la dominará totalmente en un futuro no muy distante. Estas empresas, aunque
legalmente propiedad de cientos de miles de accionistas, son administradas (y en la práctica
administradas independientemente de sus propietarios legales) por una burocracia que
se perpetúa a sí misma.
Lo que impera es el hombre organización, que se guía por el principio del materialismo hedonista

Esperanza y destructividad

Por lo general, la reacción destructiva provocada por la esperanza destrozada suele
encontrarse entre aquellos que, por razones económicas o sociales, se hallan excluidos de
las comodidades de la mayoría y no tienen sitio qué ocupar social o económicamente. No
es, sobre todas las cosas, la frustración económica la que conduce al odio y la violencia. Lo
que lleva a ésta y a la destructividad es la falta de esperanza de la situación, las promesas
rotas siempre repetidas. En efecto, hay pocas dudas de que los grupos que sufren tanta
privación y maltrato, que no son capaces siquiera de sentirse sin esperanza debido a que no
tienen idea de ella, son menos violentos que aquellos que ven la posibilidad de la esperanza
y, sin embargo, reconocen al mismo tiempo que las circunstancias hacen imposible su
realización

Destructividad

Justamente porque los hombres no pueden vivir sin esperanza, aquel cuya
esperanza ha sido completamente destruida aborrece la vida. Y puesto que no puede crear
vida, quiere destruirla, lo cual es apenas poco menos que un milagro, aunque más fácil de
realizar. No desea sino vengarse a causa de la vida que no ha vivido, y lo lleva a cabo arrojándose
a una destructividad total, de tal modo que poco importa si destruye a los demás o
lo destruyen a él mismo.

Fracaso de esperanzas

Todos principiamos con
esperanza, fe y fortaleza, pues que son las cualidades "no pensadas", inconscientes, del
esperma y del óvulo, de su unión, del crecimiento del feto y de su nacimiento. Pero cuando la
vida comienza, las vicisitudes del medio ambiente 'y los accidentes también comienzan a
favorecer o a obstruir el potencial de esperanza.
Muchas personas, probablemente la gran mayoría, reaccionan ante el
malogro de sus esperanzas ajustándose al optimismo medio, el cual espera lo mejor sin
detenerse a reconocer que ni siquiera lo bueno, sino tal vez, en verdad, lo peor puede
sobrevenir. Por cuanto que todo el mundo silba*, tales personas también silban, y en lugar de
sentir su desesperanza parecen participar en una especie de concierto "pop"

Crecimiento

Crecemos o más fuertes o más débiles, más sabios o más tontos, más valerosos o más
cobardes. Cada segundo es un momento de decisión para lo mejor o para lo peor.
Alimentamos nuestra pereza, nuestra avaricia o nuestro odio, o bien los dejamos
morir. Cuanto más los cultivamos, tanto más fuertes crecen; y en la medida en que los
descuidamos, se vuelven tanto más débiles.
A menudo tenemos, la gente que conforma una sociedad o como individuos, la
ilusión de que podríamos estar quietos y no alterar la situación dada en uno u otro
sentido. Esta es una de las ilusiones más peligrosas. En el momento en que nos
detenemos, comienza la decadencia.
Cada acto de amor, de consciencia y de
compasión es resurrección; cada acto de pereza, de avidez y de egoísmo es muerte.
La
existencia nos enfrenta en cada momento con la alternativa entre resurrección y muerte, y
en todo momento respondemos. la respusta no consiste en lo que pensamos,sino en el modo en que obramos, en el lugar en que nos
desenvolvemos.

Intrepidez

La persona intrépida
no teme a las amenazas, ni siquiera a la muerte.
Un individuo puede ser intrépido, primeramente, debido a que no le
importa vivir; para él, la vida no es muy valiosa.
La segunda clase de osadía es la del individuo que vive sometido simbióticamente a
un ídolo, sea éste una persona, una institución o una idea.
La tercera clase de intrepidez la encontramos en la persona totalmente desarrollada,
que descansa en sí misma y ama a la vida.
Quien se ha sobrepuesto a la avidez no se
adhiere a ningún ídolo o cosa y, por lo mismo, no tiene nada qué perder: es rico
porque nada posee, es fuerte porque no es esclavo de sus deseos. Este tipo de persona
puede prescindir de ídolos, deseos irracionales y fantasías, porque está en pleno
contacto con la realidad, tanto interna como externa
Quienquiera que trate
de avanzar hacia el estado de ser él mismo plenamente sabe que se produce una
inconfundible sensación de fuerza y de alegría en donde fuere que se dé un nuevo
paso hacia la osadía.
La esperanza y la fe, siendo cualidades esenciales de la vida, se dirigen por su
misma naturaleza a trascender el statu quo individual y social.

Esperanza,fe y fortaleza.

En el
ámbito de las relaciones humanas, "tener fe" en una persona significa estar seguro de
su centro, esto es, de que sus actitudes fundamentales permanecerán y no cambiarán.
En el mismo sentido, podemos tener fe en nosotros mismos: no en la constancia de
nuestras opiniones, sino en nuestra orientación básica hacia la vida, en la matriz de
nuestra estructura de carácter.
La fortaleza es la
capacidad para resistir la tentación de comprometer la esperanza y la fe
transformándolas —y, por ende, destruyéndolas— en optimismo vacío o en fe
irracional. Fortaleza es la capacidad de decir "no" cuando el mundo querría oír un
"sí".

Finalidad de el zen

La finalidad del zen es la iluminación: la percepción inmediata, no refleja, de la realidad, sin
contaminación afectiva ni intelectualización, la captación de la relación de mí mismo con el universo.
Esta nueva experiencia es una repetición de la percepción pre-intelectual, inmediata, del niño,
pero en un nuevo nivel, el del pleno desarrollo de la razón del hombre, la objetividad, la individualidad.
Mientras que la experiencia del niño, la de inmediación y unidad, antecede a la experiencia de
enajenación y la separación entre sujeto y objeto, la experiencia de iluminación la sigue

El descubrimiento de el incosciente

El
descubrimiento del propio inconsciente no es, justo, un acto intelectual, sino una experiencia afectiva,
que sólo difícilmente puede traducirse en palabras, si acaso puede hacerse

Ficciones

Podemos empezar por decir que la persona media,
aunque piensa que está despierta, está en realidad medio dormida. Por “medio dormida” quiero decir
que su contacto con la realidad es muy parcial; la mayor parte de lo que considera como realidad
(fuera o dentro de sí misma) es una serie de ficciones que su mente construye.

Deformacion y proyecciones

Lo que Freud descubrió es el hecho de que vemos la realidad deformada. Que creemos ver a
una persona tal como es, mientras que en realidad vemos nuestra proyección de una imagen de la
persona sin tener conciencia de ello. Freud vió no sólo la influencia deformadora de la transferencia,
sino también las numerosas influencias deformadoras de la represión. En tanto que una persona
es movida por impulsos desconocidos para ella y en contraste con su pensamiento consciente (que
representa las demandas de la realidad social), puede proyectar sus propios deseos inconscientes en
otra persona y no tener conciencia de ellos.

Que es el inconsciente?

El contenido del inconsciente, entonces, no es ni el
bien ni el mal, lo racional ni lo irracional; es ambos; es todo lo humano. El inconsciente es el hombre
total —menos esa parte del hombre que corresponde a su sociedad. La conciencia representa al
hombre social, las limitaciones accidentales establecidas por la situación histórica en la que cae un
individuo. El inconsciente representa al hombre universal, al hombre total, arraigado en el Cosmos;
representa la planta que hay en él, el animal que hay en él, el espíritu que hay en él; representa su
pasado hasta el alba de la existencia humana y representa su futuro hasta el día en que el hombre
llegue a ser plenamente humano y la naturaleza se humanice lo mismo que el hombre se “naturalice

Fines sociales y humanos

Cuanto mayor es el conflicto entre los fines sociales y los fines humanos, más se desgarra el
individuo entre los dos polos peligrosos de aislamiento. No hace falta añadir que en la medida en
que una persona —por su propio desarrollo intelectual y espiritual— siente su solidaridad con la humanidad,
puede tolerar más el ostracismo social y a la inversa. La capacidad de actuar de acuerdo
con la propia conciencia depende del grado en que se hayan trascendido los límites de la propia sociedad
y se haya convertido uno en ciudadano del mundo, en “cosmopolita”.

Inhumanidad

Ser completamente inhumano es también aterrador, aunque, según parece indicar la evidencia
histórica, menos aterrador que sentirse socialmente condenado al ostracismo, suponiendo que toda
una sociedad haya adoptado normas inhumanas de conducta

Inconsciente y sociedad

Llegamos, pues, a la conclusión de que la conciencia y la incosnciencia están socialmente condicionadas.
Tengo conciencia de todos mis sentimientos y pensamientos que pueden penetrar el triple
filtro del lenguaje (socialmente condicionado), la lógica y los tabúes (carácter social). Las experiencias
que no pueden filtrarse permanecen fuera de la conciencia; es decir, permanecen inconscientes

El incosciente inconpatible.

¿Por qué son
ciertos contenidos incompatibles con una sociedad dada? Además, ¿por qué tiene el individuo tanto
miedo de tener conciencia de esos contenidos prohibidos?
En cuanto a la primera pregunta, debo referirme al concepto del “carácter social”. Cualquier
sociedad, para sobrevivir, debe moldear el carácter de sus miembros de tal manera que quieran hacer
lo que tienen que hacer; su función social debe interiorizarse y transformarse en algo que estén
obligados a hacer. Una sociedad no puede permitir una desviación de este patrón, porque si este
“carácter social” pierde su coherencia y su firmeza, muchos individuos dejarían de actuar como se
espera que actúen y la supervivencia de la sociedad en su forma dada estaría en peligro.(y estarian en peligro los prvilegios de las clases más favorecidas)
Por qué el individuo tiene tanto miedo al peligro de ostracismo
implícito que no se permite tener conciencia de los impulsos “prohibidos”. Para responder a
esta pregunta, debo referirme también a exposiciones más completas hechas en otra parte. Para
decirlo brevemente, si no quiere volverse loco, tiene que relacionarse de alguna manera con los demás.
Carecer en absoluto de relaciones lo lleva a las fronteras de la locura.

El filtro de el "contenido de las experiencias"

El tercer aspecto del filtro, aparte del lenguaje y la lógica, es el contenido de las experiencias.
Toda sociedad excluye ciertos pensamientos y sentimientos de ser pensados, sentidos y expresados.
Hay cosas que no sólo “no se hacen” sino que ni siquiera “se piensan”. En una tribu de guerreros,
por ejemplo, cuyos miembros viven de matar y robar a los miembros de otras tribus, podría haber
un individuo que sintiera repulsión a matar y robar. Sin embargo, es muy improbable que tuviera
conciencia de este sentimiento, porque seria incompatible con el sentimiento de toda la tribu; tener
conciencia de este sentimiento incompatible significaría el peligro de sentirse completamente aislado
y condenado al ostracismo.

Logica paradojica y ambivalencia.

Un buen ejemplo es el concepto freudiano de la ambivalencia, que afirma que puede experimentarse
amor y odio por la misma persona al mismo tiempo. Esta experiencia, que desde el punto
de vista de la lógica paradójica es bastante “lógica”, no tiene sentido desde el punto de vista de la
lógica aristotélica.

Lógica paradijica y aristotelica.

Un buen ejemplo de esto es la diferencia entre la lógica aristotélica y la paradójica.
La lógica aristotélica se basa en la ley de identidad que afirma que A es igual a A, la ley de la
no contradicción (A no es igual a no-A) y la ley del tercero excluido (A no puede ser A y no-A, ni A
ni no-A). Aristóteles lo afirmó así: “Es imposible que la misma cosa pertenezca y al mismo tiempo
no pertenezca a la misma cosa y en el mismo respecto... Éste es, entonces, el más seguro de todos
los principios.”
En oposición a la lógica aristotélica está lo que podríamos llamar lógica paradójica,que supone
que A y no-A no se excluyen entre sí como predicados de X. La lógica paradójica predominó en
el pensamiento chino y de la India, en la filosofía de Heráclito, y una vez más con el nombre de dialéctica
en el pensamiento de Hegel y de Marx. El principio general de la lógica paradójica ha sido
claramente descrito en términos generales por Lao-Tsé: “Las palabras que son estrictamente verdaderas
parecen ser paradójicas.” Y por Chuang-Tzu: “Lo que es uno es uno. Lo que es no-uno es
también uno.”

Los filtros de de el lenguaje y la lógica

El lenguaje, mediante sus palabras, su gramática, su sintaxis, mediante todo el espíritu que
está congelado dentro de él, determina cómo experimentamos y qué experiencia penetra a nuestra
conciencia.
El segundo aspecto del filtro que hace posible la conciencia es la lógica que dirige el pensamiento
de los hombres en determinada cultura

Falsa conciencia

La mayor parte de lo que hay en nuestra conciencia es conciencia falsa”
y que es la sociedad, sobre todo, la que nos llena de estas nociones ficticias e irreales.
Toda sociedad, por su propia práctica
de vida y por su modo de relacionarse, sentir y percibir, desarrolla un sistema de categorías que
determina las formas de conciencia. Este sistema funciona, como si dijéramos, como un filtro socialmente
condicionado; la experiencia no puede entrar en la conciencia si no pasa por este filtro.
Por lo común, puede decirse que una experiencia casi nunca entra en la conciencia si el
lenguaje no tiene palabras para expresarla

Fin social y universal

En su
desarrollo histórico, cada sociedad queda apresada en su propia necesidad de sobrevivir en la forma
particular en la que se ha desarrollado y generalmente logra esta supervivencia ignorando los fines
humanos más amplios que son comunes a todos los hombres. Esta contradicción entre el fin social
y el universal conduce también a la fabricación (en una escala social), de toda clase de ficciones e
ilusiones, que tienen la función de negar y racionalizar la dicotomía entre las metas de la humanidad
y las de una sociedad dada.

Explotacion y ficciones

La mayor parte de la historia humana (con la excepción de algunas sociedades primitivas)
se caracteriza por el hecho de que una pequeña minoría ha dominado y explotado a la mayoría de
sus semejantes. Para hacerlo, la minoría ha utilizado, por lo general, la fuerza; pero la fuerza no es
suficiente. A la larga, la mayoría ha tenido que aceptar su propia explotación voluntariamente, y
esto sólo es posible si su mente se ha llenado de toda clase de mentiras y ficciones, que justifican y
explican su aceptación del dominio de la minoría

Vaciarse uno mismo

Lo común al pensamiento judeo-cristiano y al budista zen es la conciencia de que debo renunciar
a mi “voluntad” (en el sentido de mi deseo de forzar, dirigir, estrangular al mundo fuera de mí y
dentro de mí) para estar completamente abierto, capaz de responder, despierto, vivo. En la terminología
zen esto se llama con frecuencia “vaciarse a uno mismo”, lo que no tiene un sentido negativo,
sino que significa la apertura para recibir.

Religiones

El otro polo de la religión está representado por todas aquellas religiones que buscan la respuesta
a la cuestión de la existencia humana por medio de la emersión de la existencia prehumana,
el desarrollo de la específica capacidad humana de razón y amor, y el encuentro de una nueva armonía
entre el hombre y la naturaleza, y entre el hombre y el hombre. Aunque esos intentos pueden
encontrarse en individuas de sociedades relativamente primitivas, la gran línea divisoria para la humanidad
entera parece estar en el período que va aproximadamente del año 2000 A.c. y el inicio de
nuestra era. El taoísmo y el budismo en el Lejano Oriente, las revoluciones religiosas de Eknatón
en Egipto, la religión de Zoroastro en Persia, la religión de Moisés en Palestina, la religión de Quetzalcóatl
en México, representan la nueva dirección que ha tomado la humanidad

Bienestar

El bienestar significa alcanzar una
relación plena con el hombre y la naturaleza afectivamente, superar la separación y la enajenación
—llegar a la experiencia de unidad con todo lo que existe— y, sin embargo, experimentarse al mismo
tiempo como el ente separado que Yo soy, como el individuo.
El bienestar significa nacer plenamente,
convertirse en lo que se es potencialmente; significa tener la plena capacidad de la alegría
y la tristeza o, para expresarlo de otra manera, despertar del sueño a medias en que vive el hombre
medio y estar permanente despierto.

Respuestas a la pregunta de la vida.

La pregunta es siempre la misma. No obstante, hay diversas respuestas o, básicamente, hay
sólo dos respuestas. Una es superar la separación y encontrar la unidad en la regresión al estado de
unidad que existía antes de que despertara la conciencia, es decir, antes del nacimiento del hombre.
La otra respuesta es nacer plenamente, desarrollar la propia conciencia, la propia razón, la propia
capacidad de amar, hasta tal punto que se trascienda la propia envoltura egocéntrica y se llegue a
una nueva armonía, a una nueva unidad con el mundo

La pregunta de la vida

A diferencia del animal, que en
sus instintos tiene un mecanismo “innato” de adaptación a su medio y vive completamente dentro
de la naturaleza, el hombre carece de este mecanismo instintivo. Tiene que vivir su vida, no es vivido
por ella.
El hecho mismo de nacer plantea un problema. En el momento del nacimiento, la
vida le plantea una pregunta al hombre, y él debe responder a esta pregunta. Debe responderla en
toda momento; no su espíritu, ni su cuerpo, sino él, la persona que piensa y sueña, que duerme y
come, que llora y ríe, el hombre total.
¿Cuál es la pregunta que plantea la vida? La pregunta es: ¿cómo podemos superar el sufrimiento,
el aprisionamiento, la vergüenza que crea la experiencia de separación; cómo podernos encontrar
la unión dentro de nosotros mismos, con nuestro semejante, con la naturaleza? El hombre
tiene que responder a esta pregunta de alguna manera; y aun en la locura se da una respuesta, rechazando
la realidad fuera de nosotros mismos, viviendo completamente dentro de la concha de nosotros
y superando así el miedo a la separación.

Enajenacion

El sufrimiento común es la enajenación de uno mismo, de nuestros semejantes y de la naturaleza; la conciencia de que la vida se nos
escapa de las manos como arena y que moriremos sin haber vivido; que se vive en medio de la
abundancia y, sin embargo, no se siente alegría.
Para los que sufren de la enajenación, la curación
no consiste en la ausencia de enfermedad, sino en la presencia del bienestar.

Inconsciente

Freud no compartía la alta valoración de nuestro sistema
de pensamiento consciente, tan característico del hombre occidental moderno. Por el contrario, creía
que nuestro pensamiento consciente era sólo una pequeña parte de todo el proceso psíquico que
se produce en nosotros y, de hecho, una parte insignificante en comparación con la tremenda fuerza
de esas fuentes dentro de nosotros mismos, oscuras e irracionales y, al mismo tiempo, inconscientes.
La libre asociación debía ir más
allá del pensamiento lógico, consciente, convencional. Debía conducir a una nueva fuente de nuestra
personalidad, es decir, el inconsciente.

Freud



El
propio sistema de Freud trascendía el concepto de “enfermedad” y “curación” y se preocupaba por
la “salvación” del hombre, más que sólo por una terapia para pacientes con una enfermedad mental.
Freud respondió a esta pregunta quizá más claramente con la frase: “Donde estaba el Id* allí
debería estar el Ego.” Su finalidad era el dominio de las pasiones irracionales e inconscientes por
la razón: la liberación del hombre del poder del inconsciente, dentro de las posibilidades del hombre.
El hombre tenía que cobrar conciencia de las fuerzas inconscientes que había en su interior,
para dominarlas y controlarlas.
Si bien Freud representa la culminación del racionalismo
occidental, su genio consistió en superar al mismo tiempo los aspectos falsamente racionalistas
y superficialmente optimistas del racionalismo y en crear una síntesis con el romanticismo, el
movimiento mismo que, durante el siglo XIX, se opuso al racionalismo por su propio interés y reverencia
por el lado irracional y afectivo del hombre.
*El “Ello” o “Id” es la parte primitiva, desorganizada e innata de la personalidad, cuyo único propósito es reducir la
tensión creada por pulsiones primitivas relacionadas con el hambre, lo sexual, la agresión y los impulsos irracionales.

Desvio


El hombre renunció a la ilusión de un Dios paternal como ayuda paternal, pero también renunció
a los verdaderos fines de todas las grandes religiones humanistas: superar las limitaciones de un
yo egoísta, alcanzar el amor, la objetividad y la humildad, y respetar la vida de tal modo que el fin
de ésta sea ella misma y el hombre se convierta en lo que es potencialmente.
Oriente,
sin embargo, no tenía la carga del concepto de un padre-salvador trascendente en el que expresaban
sus aspiraciones las religiones monoteístas. El taoísmo y el budismo tenían una racionalidad y un
realismo superiores a los de las religiones occidentales. Podían ver al hombre en forma realista y
objetiva, sin tener a nadie que lo guiara salvo los “iluminados” y siendo capaz de ser guiado porque
cada hombre tiene dentro de sí mismo la capacidad de despertar y ser iluminado. Ésta es precisamente
la razón por la que el pensamiento religioso oriental, el taoísmo y el budismo —y su mezcla
en el budismo zen— tienen tanta importancia para el Occidente actual.
El budismo zen ayuda al
hombre a encontrar una respuesta a la pregunta de su existencia, respuesta que es esencialmente la
misma que la dada por la tradición judeo-cristiana y, sin embargo, que no contradice la racionalidad,
el realismo y la independencia que son los logros inapreciables del hombre moderno. Paradójica-
mente, el pensamiento religioso oriental resulta estar más cercano al pensamiento racional occidental
que el propio pensamiento religioso occidental.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Prajña


. No hay una palabra occidental correspondiente, porque los accidentales no tienen una experiencia
que equivalga específicamente a la prajña. Prajña es la experiencia que un hombre tiene cuando
siente, en un sentido más fundamental, la infinita totalidad de las cosas; es decir, hablando en términos
psicológicos, cuando el ego finito, rompiendo su dura corteza, se refiere al infinito que envuelve
todo lo finito y limitado y, por tanto, transitorio. Podemos tomar esta experiencia como algo semejante
a una intuición totalizadora de algo que trasciende a todas nuestras experiencias particularizadas, especificas.

Ken shu shi



Ken chu shi es la vida misma libre de sus paradojas intelectuales o, más
bien, incluye sin separación ni diferencias o, mejor, en forma total, todo lo intelectual, afectivo o de
connación. Es el mundo tal como lo tenemos con todos sus “meros hechos” como los toman algunos
filósofos, que se nos enfrenta irrevocablemente. El hombre dedicado al zen ha “puesto sus
pies” (shi) justo en ellos. Su verdadera vida empieza aquí. Éste es el sentido del Ken chu shi “ha
entrado ahora en medio de las dualidades (hen). Aquí de hecho, con toda realidad, empieza la vida
de amor (karuna) del hombre dedicado al zen.

El yo


Todas las formas
de ansiedad vienen del hecho de que en alguna parte de nuestra conciencia existe el sentimiento de
conocimiento incompleto de la situación y esta falta de conocimiento conduce a una sensación de
inseguridad y a la ansiedad, con todos sus grados de intensidad. El “yo” está siempre en el centro
de cualquier situación con que podamos tropezar.
Por tanto, cuando el “yo” no se conoce plenamente,
no dejan de atormentamos preguntas y pensamientos como los siguientes:
“¿Tiene la vida algún sentido?”
“¿Es todo realmente ‘vanidad de vanidades’? Si es así ¿hay alguna esperanza de captar lo que
en verdad vale la pena alcanzar?”
“Estoy inmerso en el remolino de los meros hechos, todos dados, todos limitados, todos absoluta
y definitivamente invariables, etc. Estoy indefenso; soy el juguete de la fatalidad. Y sin embargo
afloro la libertad; quiero ser dueño de mí mismo. No puedo elegir; sin embargo, es necesaria una
decisión en un sentido u otro. No se qué hacer. Pero ¿qué soy ‘yo’ que estoy realmente detrás de
todas estas preguntas enredadas y atormentadoras?”
“¿Dónde está pues el suelo seguro en el que pueda sostenerme sin ninguna sensación de ansiedad?
O ¿qué es el “yo”? Porque yo sé que “yo” puede ser ese suelo seguro. ¿Será éste el hecho
que no había podido descubrir hasta ahora? El “yo” debe ser descubierto. Y estaré bien!

Pensar con el vientre.


La inspección intelectual es la función de la cabeza y, por tanto, el conocimiento que podamos
tener de la naturaleza por esta fuente es una abstracción o una representación de la naturaleza y no
la naturaleza misma. La naturaleza no se revela como es al entendimiento —es decir— a la cabeza.
Son las partes abdominales las que sienten la naturaleza y la conocen en su mismidad. El tipo de
conocimiento, que puede llamarse afectivo o de connación, comprende todo el ser de una persona
simbolizado por las partes abdominales del cuerpo. Cuando el maestro zen nos dice que retengamos
el koan en el abdomen, quiere decir que el koan debe ser asumido por todo el ser, que uno debe
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identificarse completamente con él, no mirarlo intelectual ni objetivamente como si fuera algo de lo
que podríamos mantenemos alejados.

Budismo zen


Cualquiera que sea la formulación que pueda hacerse sobre cualquier tema, está sin remedio
en la superficie de la conciencia en la medida en que puede reducirse de alguna manera a un tratamiento
lógico. El entendimiento sirve a propósitos variados en nuestra vida diaria, hasta el punto
de aniquilar a la humanidad, individualmente o en masa. Sin duda es algo muy útil, pero no resuelve
el problema último con el que cada uno de nosotros tropieza más tarde o más temprano en el curso
de su vida. Este es el problema de la vida y la muerte, que concierne al significado de la vida.
Cuando nos enfrentamos a él, el entendimiento tiene que confesar su incapacidad para resolver el
problema; porque indudablemente llega a un impasse o aporía que, por su naturaleza, no puede evitar.
El callejón sin salida intelectual al que llegamos ahora es como “la montaña plateada” o “el
muro de hierro” que se levanta ante nosotros. No es la maniobra intelectual ni el truco lógico, sino
todo nuestro ser lo que es necesario para lograr una penetración. Es, nos diría el maestro zen, como
trepar hasta la punta de un palo de cien pies de largo y ser instado, sin embargo, a trepar cada vez
más hasta que se ve uno obligado a dar un salto desesperado, olvidando por completo la seguridad
existencial. En el momento en que se ejecuta este salto se encuentra uno seguro sobre el “pedestal
florecido de lotos”. Este tipo de salto nunca puede intentarse mediante la intelección ni la lógica de
las cosas. Ésta sólo abarca la continuidad y nunca un salto sobre el abismo. Y esto es lo que el zen
espera que realicemos cada uno de nosotros a pesar de una aparente imposibilidad lógica. Por esta
razón, el zen siempre nos incita desde atrás a proseguir con nuestro hábito de racionalizar para hacemos
ver por nosotros mismos hasta dónde podemos ir en este inútil intento. El zen sabe perfectamente
bien dónde está su límite. Pero generalmente no entendemos este hecho hasta que nos encontramos
en un callejón sin salida. Esta experiencia personal es necesaria para despertar la totalidad
de nuestro ser, porque por lo general nos satisfacen demasiado fácilmente nuestros logros intelectuales
que se refieren, después de todo, a la periferia de la vida.
Budismo Zen y psicoanalisis-E.From y Suzuki

jueves, 1 de octubre de 2009

Hay que ver...


A veces la intención propone y el animo dispone,lo que empezó como tablón virtual en que dar cabida,sin corrección política que valga,a lo que bulle en mi azotea,se ha limitado,hasta ahora, a recopilar temas de una de las pocas series televisivas de las que soy devoto.
Tanto da,quizas no haya un blog con menos intención de ser leído que este,paso de los cuarenta por meses y hoy acabo de enterarme de que a esa edad se suicido Jack London.Me gustan algunas novelas y relatos de London,aunque el suicidio no entre en mis aspiraciones ni a corto plazo ni a medio plazo.Ya puestos,antes de tan drástico mutis,optaría por llevarme a algún malnacido al otro barrio,de esos a las que la ley da alas de buitre leonado,mientras los tontos miran o reman en galeras.De London,recuerdo,en especial,su novela Martin Eden,un aviso o profecía de sus intenciones y un curioso relato "La fuerza de los fuertes".Si no fuese cobarde como una perra,que fuerte sería la mayoría,y este timo llamado democracia no provocaría tanta arcadas.Lo tuvo crudo el amigo London,y aún así,logro dejar textos inolvidables.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Not As We



Episodio 3-4ª Temporada

Suite Nº 1 Preludio Johan Sebastian Bach




Episodio3-3ª Temporada

Good man



These chords are old but we shake hands Cause I believe that they are the good guys We can use all the help we can So many minor chords outside I fell in love with your sound Oh I love to sing along with you We got tunes we kicked around We got a bucket that the tunes go through Babe we both had dry spells Hard times in bad lands I´m a good man for ya I´m a good man Last night there was a horse in the road I was twisting in the hairpin My hands held on my mind let go And back to you my heart went skipping I found the inside of the road Thought about the first time that I met you All those glances that we stole Sometimes if you want them then you´ve got to Babe we both had dry spells Hard times in bad lands I´m a good man for ya I´m a good man They shot a Western south of here They had him cornered in a canyon And even his horse had disappeared They said it got run down by a bad bad man You´re not a good shot but I´m worse And there´s so much where we ain´ t been yet So swing up on this little horse The only thing we´ll hit is sunset Babe we both had dry spells Hard times in bad lands I´m a good man for ya I´m a good man

Episodio 24-3ª Temporada

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Delicate



Episodio 3-2ª Temporada

In The Deep




Thought you had all the answers to rest your heart upon but something happens don't see it coming, now you can't stop yourself now you're out there swimming in the deep Life keeps tumbling you heart in circles till you let go till you shed your pride and you climb to heaven and you throw yourself off now you're out there spinning in the deep
Episodio 2-2ª Temporada

Crazy World



Episodio 15-1ª temporada

You Better Stop



Episodio 12-1ª Temporada

I Never Saw It Coming



Episodio 12-1ª Temporada

It´s Ok To Think About Ending



Episodio 17-1ª Temporada

Baba O´Reilly




Episodio 14-1ª Temporada

You Don´t Have To Worry



Episodio 11-1ª Temporada

Feeling Allright



Episodio 11-1ª Temporada

martes, 22 de septiembre de 2009